• noviembre

    30

    2018
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Motivos para instalar una fachada ventilada en tu edificio

Motivos para instalar una fachada ventilada en tu edificio

Es muy probable que en los últimos años hayas oído hablar de las distintas alternativas que existen en el mercado para mejorar el comportamiento de un inmueble en lo que a aislamiento térmico y acústico se refiere. En este sentido, una de las opciones más demandadas actualmente es la fachada ventilada, un importante y útil sistema constructivo de cerramiento exterior.

Por sus múltiples funcionalidades, las fachadas ventiladas gozan de una buena aceptación entre arquitectos y constructores a la hora de su desarrollo y aplicación, pero también entre los propietarios y las comunidades de vecinos que buscan hacer uso de los beneficios de esta tecnología en sus hogares y zonas comunes.

¿Qué es una fachada ventilada?

En primer lugar, te explicamos en qué consiste exactamente una fachada ventilada. Se trata de un sistema constructivo que ha ido ganando su propio hueco en el campo de la construcción y las reformas, sobre todo, gracias a su sobresaliente calidad, sus diversas posibilidades estéticas y su gran actuación en favor del aislamiento térmico y acústico.

Consta de tres partes claramente diferenciadas: un muro soporte, una capa de aislante que puede estar anclado o proyectado sobre el anterior y otra capa de revestimiento en contacto con el propio edificio mediante una estructura de anclaje, generalmente de aluminio como material principal.

De este modo, entre la segunda y la tercera capa, es decir, entre el aislante y el revestimiento, se genera una cámara de aire que favorece una ventilación natural, consiguiendo así un gran ahorro en el consumo de energía de todo el edificio.

En la actualidad, se considera que es uno de los sistemas más eficaces para conseguir el máximo aislamiento a través de la fachada de un edificio, consiguiendo poner fin a los puentes térmicos y a las tediosas humedades por condensación.

Tipos de fachadas ventiladas

En líneas generales, las fachadas ventiladas se pueden organizar atendiendo a diferentes clasificaciones, aunque las dos más comunes son aquellas que tienen que ver con los materiales utilizados en su construcción o con la forma en la que se fijan las placas que las componen.

Por lo tanto, si nos fijamos en su componente principal, podemos encontrar:

  • Fachadas de madera
  • Fachadas de cristal
  • Fachadas de piedra (granito, mármol o pizarra son los más habituales)
  • Fachadas de cerámica (gres o terracota)
  • Fachadas metálicas (aluminio o zinc, generalmente)
  • Fachadas de materiales compuestos (polímeros)

Por otro lado, si tenemos en cuenta la menciona fijación de las placas, nos encontramos con las siguientes clases de fachadas ventiladas:

  • De fijación química
  • De fijación mecánica
  • Sobre guías
  • Sobre una estructura de aluminio

 

Ventajas de instalar una fachada ventilada en tu edificio

Sin ninguna duda, este sistema presenta numerosos beneficios, sobre todo, aquellos que pueden ser englobados en los siguientes cinco grandes grupos:

1) Es un gran aislante térmico (en periodos de calor se consigue una menor absorción y en momento de frío, menos dispersión del calor interior), un perfecto aislante acústico contra la contaminación medioambiental, favorece el ahorro energético mediante las cualidades aislantes de la fachada, elimina el agua de condensación evitando filtraciones y es un sistema impermeable.

2) Aguanta muy bien el paso del tiempo, soportando las inclemencias del tiempo y presentando siempre la misma apariencia estética. Además, su coste de mantenimiento es prácticamente nulo.

3) Es un sistema que se coloca de manera sencilla sobre viejas estructuras, sin generar grandes cantidades de escombros y permitiendo que el valor del inmueble se incremente tras la renovación.

4) A la hora de colocar la nueva fachada ventilada, se realiza mediante elementos ensamblados en seco, que permiten trabajar sobre piezas individuales de forma simple. En este sentido, se protegen las estructuras para evitar la aparición de grietas y fisuras.

5) Habitualmente, la instalación de una fachada ventilada en tu edificio se lleva a cabo de manera sostenible, volviendo a incorporar al proceso productivo los materiales sobrantes de producciones anteriores, evitando el mayor número posible de desechos.

¿Has pensado en instalar una fachada ventilada en tu edificio? ¿Has analizado todos sus puntos positivos? No olvides que en LUND estamos capacitados para atender cualquier duda o consulta que te surja en este aspecto, aportándote siempre la mejor solución para tu proyecto desde un punto de vista profesional y experto.

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