• En Rehabilitación de Fachadas

Aspectos que debes tener en cuenta en la reforma de una fachada

Del mismo modo que sucede con los objetos, todos sabemos que los edificios también sufren modificaciones y cambios visibles con el paso del tiempo. Sobre todo, las fachadas son las partes que más se ven afectadas por su gran exposición exterior. Por ello, es muy habitual observar, mientras caminamos por la calle, diversos inmuebles que han tenido una degradación progresiva en forma de humedades, grietas y desconchones. Este deterioro es debido a que las fachadas no han contado con un mantenimiento adecuado.

En este sentido, las razones que impulsan a una comunidad de vecinos a contratar la reforma de una de las partes más importantes de su bloque son muy variadas. Algunas de las más habituales son un grave deterioro que puede resultar peligroso para los viandantes, por razones estéticas o por filtraciones de agua. Además, en otras ocasiones también se inician este tipo de trabajos para mejorar el aislamiento térmico de la fachada, reduciendo así un elevado gastos de las viviendas en calefacción y aire acondicionado. Sin embargo, ¿qué pasos hay que realizar previamente para llevar a cabo este proceso?

Diagnóstico del estado actual de la fachada

En primer lugar, lo más adecuado es contar con la opinión y la ayuda previa de un buen profesional, ya sea un arquitecto o un aparejador, que valore la situación de esta zona del edificio. Tras esta primera toma de contacto, será la persona encargada de definir todos los trabajos que resulten necesarios y las diversas actuaciones del equipo implicado.

En cuanto a uno de nuestros trabajos más recientes, en Lund Servicios Integrales nos hemos encargado de la rehabilitación de la fachada de un importante edificio que se encuentra ubicado en la Gran Vía de Barcelona. Tras el proceso de observación, centramos nuestro trabajo en la reparación de los revestimientos, ya que se encontraban en mal estado. En consecuencia, la duración de una obra de estas características depende de su tamaño, aunque, en este caso, se estima que se prolongue durante un periodo aproximado de entre 3 y 6 meses.

Inicio del trabajo de mejora 

Tras un buen diagnóstico, se tienen que efectuar todas las mediciones necesarias sobre la propia fachada y preparar la documentación técnica imprescindible para crear y cerrar el presupuesto de la obra. Este paso es muy relevante, ya que permite conocer el desglose de la inversión económica total. Una vez establecido el acuerdo entre ambas partes, es decir, la empresa de profesionales encargados de la reforma y la comunidad de vecinos, ya se pueden pedir las licencias, adquirir los materiales y realizar las obras.

En relación con este asunto, nuestro compañero Eusebio Cercós Villanueva, que se encuentra al frente de las obras de rehabilitación de la fachada del citado inmueble de la Gran Vía de Barcelona, asegura que “resulta habitual la aparición de inconvenientes a la hora de iniciar un nuevo trabajo de estas características, ya que siempre aparecen trabajos complementarios que no se contemplaban, debido a vicios ocultos que no se pueden prever inicialmente”.

Trámites legales para el comienzo de las obras

En el siguiente paso, hay que tener en cuenta que no todas las reformas y rehabilitaciones de fachadas en Barcelona necesitan el mismo tipo de licencia, y por lo tanto, los requisitos para obtener cada una de ellas pueden variar según el tipo de proyecto concreto. Por ejemplo, los permisos no serán iguales para la aplicación de pintura sobre algunos rincones específicos de la fachada, que para la mejora estructural, en profundidad, de los balcones y las terrazas.

En el caso concreto del edificio de Gran Vía en Barcelona, el proyecto ha sido visado en el Colegio de Arquitectos y a su vez, se ha obtenido un permiso de obras municipal, mediante una comunicación inmediata. Además, según indica Eusebio Cercós, “este trabajo supone disponer de una fachada en perfectas condiciones para los próximos años, a pesar de que lo más adecuado sería realizar mantenimientos anuales, para evitar que lleguen a tan mal estado”. Sin embargo, añade que “la cultura y la economía del país quizás no nos lo permite en muchas ocasiones”.

Andamios y ocupación de la vía pública

Generalmente, cuando se comienza la rehabilitación de la fachada de un edificio, también es necesario llevar a cabo un proyecto extra para la colocación de los andamios, aunque habitualmente se realiza de forma simultánea. Además, también hay que valorar el porcentaje de ocupación de la vía pública que requiere este trabajo, ya que lleva implícita una licencia aparte.

En esta ocasión, el trámite para la instalación de los andamios se ha tramitado de manera conjunta, aunque en otras ocasiones también se ha podido solicitar por separado, de forma independiente.

Eficiencia energética y mejoras del edificio 

Una vez que se inicia el ‘lavado de cara’ de la propia fachada, también es un buen momento para mejorar el comportamiento energético de las casas y los edificios. Estas acciones consisten, por ejemplo, en la sustitución de viejos ventanales por ventanas eficientes o en la colocación de los aislamientos adecuados. Gracias a estas medidas se puede alcanzar hasta un ahorro energético del 50%, al tiempo que las propiedades que se incluyen en el edificio acostumbran a “revalorizarse entre un 5% y un 10%”, según comenta Cercós.

Finalmente, como curiosidad, en algunos de nuestros trabajos de rehabilitación y reformas nos hemos topado con algunos “agradables descubrimientos”. Por ejemplo, Eusebio Cercós afirma que “durante el desarrollo de una rehabilitación en la calle Princesa de Barcelona, nos encontramos dentro del edificio con una capilla del siglo XVIII, de unos 15 metros de altura, que había sido construida en su totalidad por plantas. Por suerte, se habían realizado paredes perimetrales para no dañar los frescos originales que contenía, y en la actualidad, alberga el Museo de Arte Moderno Europeo”.