• marzo

    12

    2025
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¿Cuáles son los 4 tipos de cimentaciones más comunes?

¿Cuáles son los 4 tipos de cimentaciones más comunes?

Cuando hablamos de construir un edificio, una de las decisiones más importantes que se deben tomar es el tipo de cimentación que sostendrá la estructura. 

La cimentación no solo determina la estabilidad y la vida útil del edificio, sino que también tiene un impacto directo en el coste y el tiempo de construcción.

Sin embargo, elegir el tipo de cimentación adecuado no siempre es sencillo. Factores como el tipo de suelo, el peso del edificio y el presupuesto juegan un papel fundamental en esta decisión. 

Presentamos los diferentes tipos de cimentación, sus usos más comunes y cuál puede ser la mejor opción según tus necesidades. Para que tomes la mejor decisión, garantizando que tu construcción sea segura, eficiente y duradera.

 

¿Qué es una cimentación y por qué es importante?

La cimentación es el elemento estructural que conecta un edificio con el terreno, asegurándose de que las cargas de la construcción se transmitan de manera uniforme y segura al suelo. 

En otras palabras, es el «punto de apoyo» que garantiza la estabilidad de la edificación, tanto en condiciones normales como frente a fenómenos naturales como sismos o asentamientos del terreno.

Las funciones principales de una cimentación son:

1. Distribuir las cargas: Evita que el peso del edificio cause daños en el suelo o en la estructura misma.

2. Garantizar la estabilidad: Proporciona un soporte sólido que previene inclinaciones, hundimientos o colapsos.

Resistir condiciones adversas: Protege la edificación de movimientos sísmicos, erosión y cambios en el terreno debido a factores climáticos.

Obrero cimentando una casa

¿Cómo elegir entre los tipos de cimentaciones?

La elección de una cimentación adecuada no solo asegura la integridad del edificio, sino que también previene costes innecesarios por reparaciones o daños futuros. 

Por eso, es fundamental comprender los diferentes tipos de cimentación y cómo se relacionan con las características del terreno y del proyecto.

A la hora de elegir entre los diferentes tipos de cimentación, hay que tener en cuenta los siguientes factores: 

– Tipo de suelo: No todos los terrenos tienen la misma capacidad de carga. Por ejemplo, un suelo rocoso puede soportar más peso que uno arenoso o arcilloso.

– Peso y diseño del edificio: Una casa de una planta no requiere el mismo tipo de cimentación que un rascacielos.

– Condiciones ambientales: El clima, la humedad del terreno y la proximidad al agua subterránea afectan la estabilidad del suelo.

 

¿Qué tipos de cimentaciones existen?

En términos generales, los tipos de cimentaciones pueden clasificarse en dos grandes categorías:

1. Cimentaciones directas o superficiales, que se encuentran a poca profundidad.

2. Cimentaciones indirectas o profundas, que se extienden a mayores profundidades.

La elección entre estos tipos depende de un estudio detallado del terreno, ya que su principal diferencia radica en la profundidad o cota donde se ubica el punto de apoyo.

 

Cimentaciones directas o superficiales

Las cimentaciones directas, también conocidas como superficiales, se caracterizan porque el ancho de la base es mayor en comparación con su profundidad. Esto significa que la superficie de apoyo tiene una mayor extensión horizontal que vertical. Algunos de los tipos más comunes son:

1. Zapatas aisladas: Se utilizan para transportar y distribuir cargas concentradas provenientes de elementos estructurales como columnas y pilares. Son ideales cuando los estudios previos indican que no habrá asentamientos diferenciales en el terreno. Hay tres tipos de zapatas aisladas:

– Centradas: Soportan cargas en el centro de la zapata.

– Medianeras: Ubicadas cerca de los límites de un terreno, con carga excéntrica.

– De esquina: Diseñadas para soportes situados en las esquinas del edificio.

2. Zapatas combinadas o corridas: Estas zapatas, utilizadas frecuentemente en muros, tienen dimensiones determinadas por la carga que deben soportar y la capacidad del suelo. Las zapatas combinadas incluyen dos pilares, mientras que las zapatas corridas agrupan tres o más pilares alineados.

3. Zapatas medianeras: Una variante de las zapatas aisladas, diseñadas para soportes en los límites de un terreno contiguo a otra construcción.

4. Losas de cimentación: Son cimentaciones superficiales en forma de plataformas diseñadas para distribuir las cargas de manera uniforme sobre el terreno. Estas incluyen una armadura superior que contrarresta el impulso del terreno o el agua subterránea. Se utilizan en terrenos con estratificación desigual o para edificios altos con menor superficie en planta, como silos y depósitos.

5. Emparrillados: Consisten en una red ortogonal de zapatas corridas entrecruzadas, diseñada para recoger los pilares de la estructura en una sola cimentación.

tipos cimentaciones en construcción

Cimentaciones indirectas o profundas

Las cimentaciones profundas son aquellas que se extienden a profundidades superiores a 3 metros. Su objetivo es transmitir las cargas de la estructura hacia capas más resistentes del terreno, ubicadas a mayor profundidad. Los principales tipos incluyen:

1. Pilotes: Un sistema utilizado para transferir cargas al estrato de roca dura o para evitar el levantamiento de la estructura por fuerzas laterales, como el viento o los sismos. También son ideales para prevenir asentamientos diferenciales.

– Pilotes prefabricados:
Se fabrican previamente y se colocan en el terreno mediante técnicas como vibración, hinca o percusión. Pueden ser de una sola pieza o formados por varios tramos unidos.

– Pilotes hormigonados in situ:
Se construyen perforando el terreno y llenándolo con concreto. Este método puede incluir excavación o desplazamiento del suelo previo a su ejecución.

2. Muros pantalla: Comúnmente utilizados en edificios altos, estos muros contrarrestan los empujes del terreno y ayudan a prevenir deformaciones. También recogen cargas verticales transmitidas por otros elementos estructurales, minimizando riesgos en construcciones cercanas.

Conocer estos tipos de cimentaciones y sus características permite garantizar la seguridad y estabilidad de cualquier proyecto constructivo, asegurando que el diseño se adapte a las necesidades específicas del terreno y la estructura.

 

¿Qué 4 tipos de cimentaciones son los más usados en España?

En España, los tipos de cimentación más utilizados se adaptan a las características del terreno y al tipo de construcción. Entre los más comunes destacan:

– Zapatas aisladas: Son cimentaciones superficiales ideales para soportar cargas puntuales, como las de columnas o pilares. Se emplean en viviendas y edificios de baja altura, especialmente en suelos con buena capacidad portante, frecuentes en zonas rocosas y arcillosas.

– Zapatas corridas: Usadas en muros y construcciones con cargas distribuidas, son otra solución superficial muy común en suelos homogéneos, típicos en varias regiones españolas.

– Losas de cimentación: Indicadas para terrenos con baja capacidad portante o donde se esperan asentamientos uniformes. Son frecuentes en edificios altos y en zonas costeras con suelos más inestables.

– Pilotes: Utilizados en cimentaciones profundas para terrenos blandos o arenosos, como los de áreas costeras, y en grandes infraestructuras como puentes y rascacielos.

La elección depende de estudios geotécnicos, cargas estructurales y normativas locales, garantizando seguridad y estabilidad.

 

¿Cuál es el tipo de cimentación más económico?

Aunque la elección del tipo de cimentación más económico depende de diversos factores, las cimentaciones superficiales suelen ser las opciones más económicas, especialmente cuando el terreno tiene una buena capacidad portante y el edificio no es demasiado pesado.

Las cimentaciones superficiales, como las zapatas aisladas y corridas, son generalmente más económicas debido a que:

– Requieren menos excavación: Al estar a poca profundidad, los costos asociados a la maquinaria y la remoción de tierra son significativamente menores.

– Usan menos material: Comparadas con las cimentaciones profundas, necesitan menos concreto y acero de refuerzo.

– Tiempos de ejecución más cortos: La construcción de cimentaciones superficiales es más rápida, lo que reduce costos de mano de obra y tiempo de alquiler de equipos.

Los factores que influyen en el presupuesto de una cimentación son:

– Condiciones del terreno: En suelos estables y con alta capacidad portante, las cimentaciones superficiales pueden ser suficientes, evitando la necesidad de cimentaciones profundas, que son mucho más costosas.

– Carga estructural: Para edificaciones ligeras como casas de una planta, las zapatas aisladas suelen ser la opción más económica. Sin embargo, para estructuras más pesadas, puede ser necesario considerar losas de cimentación, que aunque son superficiales, tienen costos más altos debido a su mayor uso de materiales.

tipos de cimentaciones en edificios

¿Cuándo una cimentación profunda puede ser rentable?

Aunque generalmente son más costosas, las cimentaciones profundas son más rentables a largo plazo en terrenos complicados. 

En terrenos con poca capacidad portante cerca de la superficie, las cimentaciones profundas evitan problemas como asentamientos diferenciales, que podrían requerir reparaciones costosas.

En edificaciones altas o sometidas a grandes cargas, como rascacielos o puentes, las cimentaciones profundas garantizan estabilidad y seguridad, lo que puede evitar riesgos económicos futuros.

 

Para determinar el tipo de cimentación más económico, es imprescindible realizar un estudio de suelo y contar con la asesoría de un ingeniero especializado. 

Una elección adecuada no solo optimiza costos iniciales, sino que también previene gastos imprevistos y asegura la durabilidad de la construcción. 

Te invitamos a contactar con Lund para más información. Nuestro equipo te asesorará y te encontrará la mejor opción para tu proyecto.

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